«Ser adolescente no es una etapa sencilla ni para los padres ni para los propios adolescentes. La adolescencia llega casi de repente junto con situaciones estresantes que puede hacer que los adolescentes desarrollen actitudes pesimistas, algo que le acarreará un estado de ánimo negativo e incluso depresiva”.
Entre las tareas de la escuela, las actividades extraescolares, las presiones sociales, etc… podría sentirse estresado o muy negativa.

Es necesario que como padres, sepamos que tenemos la obligación de impulsar su autoestima y alentar su vida de forma positiva, de esta manera podrá cambiar su actitud, algo muy importante para su desarrollo social y crecimiento interno. Una autoestima positiva y una buena actitud ante las circunstancias de la vida podrán marcarle el camino del éxito, en cambio, si se queda acomodada es. Necesario sacarla de ese estado con alguna actividad

Una actitud positiva además, puede ayudar a los adolescentes a ser más felices, a estar más sanos, a tener más éxito y sobre todo, a protegerle contra la depresión. Con todo esto, podrás hacerte una idea de lo importante que es poder transmitirle una actitud positiva y que tu hija deje la negatividad a un lado para siempre.

Primero, entender que es una etapa de rebelión contra los padres, pues están creciendo y necesitan sentirse independientes
Victoria es un ser independiente de ti. Es decir, que tú no eres responsable por sus sentimientos y sus comportamientos, a pesar de que lo sientas así. Entender que es un individuo que no se parece a nadie, te hace aceptarla como es y no exigirle ser algo que no es. Claro, siempre dentro de los límites de los valores que le hayas inculcado y dándole a entender que su negatividad les afecta a todos. Aunque tú no puedes elegir cómo se sienten ellos respecto a una situación, sí puedes elegir cómo reaccionar ante esos sentimientos.
No reacciones de manera negativa a su negatividad. Por ejemplo, si dice que la ropa que le compraste es horrible, simplemente dile que sientes que no le guste y que la puede cambiar.
No reacciones, simplemente, escucha.Ponle un límite a las quejas. Si  se queja por todo y no habla más que de eso, dile que ya es suficiente, que sólo puedes escuchar una cosa negativa al día y que trate de enfocarse en alguna actividad que lo distraiga de ese mal humor. Cambia de tema y pregúntale sobre algo positivo que le haya pasado ese día.
Busca un momento de tranquilidad para hablar. Tal vez entonces puedas entender qué es lo que le preocupa de verdad. Abre los caminos de comunicación y ayúdala.
Y por último ¡no pierdas la paciencia! Recuerda que la adolescencia es un período difícil de cambios físicos y emocionales. necesita mucho amor y esta etapa pasará.»